Están salvando vidas, poniendo su ciencia y experiencia al servicio de enfermos y afectados por el COVID-19. Doblan turnos, hacen guardias a destajo, viven alejados de sus familias para evitar exponerlas, soportan estoicamente largas jornadas de trabajo, arriesgan su salud trabajando con limitados o inexistentes medios y medidas de protección: son nuestros profesionales sanitarios.
Ahora son celebrados en los telediarios, llamados justamente héroes en las reseñas periodísticas– según la R.A.E., una de las acepciones de la palabra es: «la persona que realiza una acción muy abnegada en beneficio de una causa noble«; y son aplaudidos con agradecimiento desde ventanas y balcones, pues cada día ponen sus esfuerzos para combatir esta pandemia que nos azota.
Pero estos héroes de nuestro días son personas de carne y hueso y, por tanto, susceptibles de enfermar, quedar dañados e incluso morir. Esta afirmación, que podría parecer una obviedad, es necesaria hacerla pues, aun a pesar de las quejas y denuncias, desde el comienzo se han visto obligados a enfrentar este reto sin precedentes en unas condiciones de extrema precariedad que no mejora. En la actualización del Coronavirus del New York Times del día 30 de marzo , se referían a los profesionales de la salud española como «Health Care Kamikazes» (Kamikazes del sistema de salud), al trabajar «en medio de una grave escasez de equipos de protección personal». España bate un triste record: el de la velocidad a la que enferman los profesionales; son ya más de 12.000 los que han contraído la enfermedad COVID-19 (1).
Además de estos riesgos evidentes, hay otros a los que están sometidos también y a los que aún no se está dedicando atención. Son riesgos que no son tan visibles pero que, muy probablemente, devendrán en daños psicológicos y emocionales. Además de salvar vidas y curar enfermos, nuestros profesionales asisten impotentes al fallecimiento de muchas personas que, en otras condiciones, quizás habrían sobrevivido. Se enfrentan a la angustia, al sufrimiento, miedo y dolor de otros, al tiempo que han de contener sus propias emociones o «anestesiarse» para seguir haciendo su trabajo.
Los humanos nacemos con la capacidad de experimentar lo que experimentan los demás y participar de la vivencia de los otros como si de nuestra propia experiencia se tratase. Esto que denominamos empatía, es lo que nos permite comprender a nuestros pacientes y nos humaniza cuando desempeñamos unas tareas que requieren un nivel de sofisticación técnica y preparación tan importantes. Sin embargo, tal y como refiere Babette Rothschild en su libro «Ayuda para el profesional de la ayuda» (2), esta empatía puede ser un arma de doble filo y amenazar el bienestar del profesional. Cuando los procesos empáticos se hallan fuera de la consciencia y por lo tanto ajenos al control de la persona y/o los mecanismos de afrontamiento fracasan o se ven sobrepasados por la magnitud del trauma, el profesional puede verse afectado y desarrollar síntomas.
Apoyo psicológico
Todas estas circunstancias hacen que nuestros profesionales se encuentran también en riesgo de desarrollar alguna de las siguientes condiciones:
- La fatiga por compasión que, como su propio nombre indica, es aquella condición que puede presentar cualquier persona que sufre las consecuencias del trabajo que realiza en un servicio de cuidados y apoyo.
- La traumatización primaria es el impacto que sufre alguien que es víctima de un incidente.
- La traumatización secundaria o trauma vicario es el impacto que sufre aquel que es testigo visual de la situación en la que está interviniendo. Aunque no es él o ella quién padece en primera persona el trauma, se convierten en víctima de la situación por lo que observa, escucha, comparte del sufrimiento y el dolor del otro.

Los profesionales de InterAcción Psicoterapia, grupos y desarrollo personal estamos sensibilizados con la situación y deseamos contribuir con apoyo psicológico a profesionales sanitarios mientras enfrentan este reto sin precedentes. Algunos de nosotros están implicados en los dispositivos de apoyo que están actuando en los hospitales.
Otros, estamos contribuyendo ofertando sesiones online gratuitas de apoyo psicológico y emocional a los sanitarios que están combatiendo la pandemia.
A continuación encontraréis la relación de los profesionales de InterAcción Psicoterapia, grupos y desarrollo personal que estamos disponibles para atender de forma gratuita a aquellos profesionales que deseen recibir apoyo psicológico en estos momentos.
Podéis contactar con cualquiera de nosotros pinchando el link que os llevará a nuestro perfil donde encontraréis los correspondientes datos de contacto:
- Ana María Ruiz Sancho
- Marta Leiva Resino
- Mar Cobos Medina
- Claudia Hernández Oliveros
- Carmen Alcázar Rodríguez
- Luis Enrique Belmonte
(1) Tiefenthäler, A. (30 de marzo de 2020). The New York Times. Recuperado de: https://www.nytimes.com/video/world/europe/100000007051789/coronavirus-ppe-shortage-health-care-workers.html
(2) Rothschild, B. (2009). Ayuda para el profesional de ayuda. Psicofisiología de la fatiga por compasión y del trauma vicario. Bilbao: Editorial Desclée de Brouwer.