¿Vives presente o en piloto automático?
No te lo vas a creer… pero posiblemente la mayor parte de tu vida la has pasado secuestrado por tus pensamientos de pasado y futuro, preocupándote por el ayer o sufriendo por lo que vendrá después, sin estar presente en el único momento real donde transcurre tu vida: el momento presente, el famoso aquí y ahora.
Y sé que suena muy trivial, pero te aseguro que cuando yo comencé a aprender a parar y practicar vivir en el momento presente supuso un antes y un después para mí. ¡Comencé a vivir de verdad!
Aprender a parar
Aquí te dejo algunos tips para poner en práctica en tu día a día y aprender a parar. Son un comienzo sencillo de la práctica de la atención plena, que más adelante puedes ampliar con una práctica más profunda si lo deseas, pero lo más importante es empezar a cambiar ya.
Es el mejor regalo que puedes hacerte a ti misma/o y a los tuyos.
- Al despertarte no saltes en automático de la cama. Dedica 5 minutos a observar tu cuerpo y tu respiración. Tu cuerpo y tu respiración te traen automáticamente al momento presente. Simplemente, date cuenta de cómo está tu cuerpo y tu mente y reposa la atención en tu respiración unos segundos sin intentar cambiar nada.
- A continuación, pon atención a través de tus cinco sentidos en todo lo que hagas: desayunar, ducharte, conversar, abrazar, besar a los tuyos. Siente el roce del agua en la piel, la textura de la comida, la temperatura, los olores, observa los colores, nota el contacto y peso de las cosas…. no dejes que tus pensamientos te aparten de tu momento de disfrute.
- Ponte una alarma en el móvil que te recuerde hacer una breve parada de una a diez respiraciones conscientes varias veces al día.
- Así permites que tu cuerpo y mente recuperen el equilibrio halostático. Es decir, salir del piloto automático y del estrés continuo al que todos estamos sometidos con las prisas constantes. Esa breve parada te permite recuperarte y continuar desde un estado de mayor calma y claridad mental.
- ¡Créeme! Es increíble lo que unas respiraciones pueden hacer por ti y por tu estado. Intenta respirar lentamente, permitiendo que la exhalación sea lo más extensa posible. Nota cómo tu mente y tu cuerpo se van relajando.
- Sal de la multitarea. Focaliza tu atención en una cosa a la vez y disfruta estando presente mientras la haces sin fijarte en el resultado. Elige tus prioridades, distinguiendo lo importante de lo urgente.
- Aprovecha cada cambio de actividad para parar y respirar y, desde ahí, centrarte en la nueva tarea.
- Yo aprovecho cada trayecto de viaje en coche, metro, autobús para respirar y recuperar la calma mental. Antes de bajar o una vez en el coche o transporte público respiro y me preparo para mi próxima tarea.
- Intenta, dentro de tus posibilidades, reducir al máximo el tiempo que dedicas a los dispositivos electrónicos. Puedes ahorrar mucho ruido mental y tiempo. Elige dos o tres periodos al día donde dediques tu atención a leer y responder mails o llamadas.
- Cuida tu cuerpo haciendo ejercicio y cuida tu mente, dándoles las horas necesarias de descanso. El sueño es reparador, no lo olvides.
- Aprende a estar sin hacer absolutamente nada en algún momento del día, quizá al finalizar la jornada laboral. Permite que tu mente y tu cuerpo descansen. Creemos que si llenamos todo el tiempo con actividades seremos más productivos y no es así.
Al principio puede ser que te parezca imposible parar tan a menudo . Es cuestión de empezar con pequeños momentos e ir ampliando poco a poco. Te darás cuenta de cómo tu mente te secuestra constantemente y no te deja disfrutar momento a momento.
No esperes al fin de semana ni a las vacaciones para empezar a recuperar la capacidad de estar presente y disfrutar de tu día a día.
Te invito a poner en práctica estos pequeños consejos que, aunque parecen muy simples, pueden suponer un gran cambio en tu calidad de vida diaria…
No dudes en compartir conmigo tu experiencia.