Distorsiones cognitivas
Algunos trastornos cursan con distorsiones cognitivas y/o con alteraciones de la percepción de la realidad. Estas son experiencias en las que nuestra mente desfigura la información que le llega o la interpreta erradamente dándole significaciones que no se corresponden con lo que está pasando y con lo que otros pueden objetivar.
Las formas menores de distorsiones cognitivas más frecuentes y habituales son las ideas sobrevaloradas en las que la distorsión se influía por nuestras emociones, creencias y aprendizajes (por ejemplo, creencias ancestrales, pensamiento mágico). Una muy frecuente es la sobre-generalización en la que, a partir de una experiencia concreta, sacamos una conclusión que aplicamos a otras situaciones.
Algunas de estas vivencias son expresión de que hemos perdido el contacto con la realidad, es el caso de trastornos del pensamiento como los delirios o las alucinaciones.
Los delirios son ideas o creencias falsas, imposibles de rebatir usando la lógica y aparecen de forma patológica (a diferencia de las creencias ancestrales o las religiosas que forman parte de una cultura o religión)
Las alucinaciones son cuando percibimos algo como si fuera real (ya sea oír, ver, oler o sentir algo) cuando en verdad, no existe un estímulo real que lo desencadene (por ejemplo, oír voces en nuestra cabeza o sentir como hormigas caminando por nuestra piel).
Habitualmente, la personas que experimentan, delirios o alucinaciones no se dan cuenta que esas experiencias son falsas y han de ser los demás los que le pueden ayudar a diferenciar la realidad.
Los trastornos del pensamiento y de la percepción más graves como parte de los síntomas de trastornos son la Esquizofrenia, la Depresión, el Trastorno Bipolar, el llamado trastorno esquizoafectivo y/u otros trastornos psicóticos, incluyendo los que son producidos por drogas.
Cómo podemos ayudarte InterAcción
Hay técnicas psicológicas que inciden directamente en este tipo de distorsiones, identificándolas, ayudándote a cuestionar su validez y a encontrar pensamientos alternativos más realistas.
En ocasiones, es necesario recurrir a un psiquiatra, quién te ayudará a identificar el origen de estas percepciones erróneas y pensamientos patológicos, tratando las causas. A veces, es necesario recurrir a tratamientos farmacológicos que son medicamentos que actúan en el sistema nervioso, ayudando a reparar o compensar los desajustes que han provocado esos síntomas.